Los diez temores que todas las madres primerizas hemos tenido, pero que terminamos por superar

Ser mamá por primera vez puede ser una experiencia temible. Antes de tener un bebé, lo único que tenías que hacer era preocuparte por ti misma. Eso ya era bastante difícil. Ahora tienes que preocuparte por otra persona y ¿ni siquiera te mandan a casa con un manual? ¿En qué están pensando? Si te has dicho a ti misma: “¿A quién se le ocurrió que mandarme a casa con este bebé era una buena idea? ¡No sé lo que estoy haciendo!” …no estás sola.

Estos son algunos temores que todas hemos tenido, pero que terminamos por superar. Bueno, casi.

1. Gatos o perros

A la gente le encanta plantear la pregunta eterna: ¿eres de los que les gustan los gatos o los perros? A mí me gusta preguntar: ¿qué te da más miedo cuando tomas en brazos a un bebé? Solían gustarme los gatos, hasta que tuve a mi bebé. No hay que sacarlos a pasear y son silenciosos. Demasiado silenciosos. Tanto que no los oyes acercarse a ti y llegar hasta tus piernas para jugar como locos a hacer ochos. . Tener un gato en casa es como tratar de pasar saltando unos neumáticos mientras equilibras a un bebé en los brazos. Hazte a un lado, gato, ¡ESTOY TRATANDO DE PASAR! Para responder a tu pregunta: Perros.

2. La fobia de las uñas

Son diminutas y, sin embargo, filosas como navajas. Si las dejas crecer, pueden sacar sangre cuando los brazos descontrolados del bebé comienzan a moverse sin ton ni son. Intenta recortarlas y, de repente, comienzas a sudar frío por todos los poros y ves doble tratando de no lastimar un dedito diminuto.

3. El cambio de pañal en público

En casa, no tengo problema. Pero ¿qué sucede si tengo que cambiar al bebé en público? ¿En el autobús? ¿En un café? De ningún modo puedo hacer esto sin una mesa para cambiar pañales. ¿Qué hacía la gente antes de que se inventaran esas superficies que se pliegan contra la pared? No, de verás. Por fortuna, sus Huggies Little Snugglers se ajustan a ella como si la abrazaran.

4. Sujetar la cabeza

Se zarandea como si fuera una muñeca de trapo y, bueno, es cierto, es posible que, por una vez no haya tenido la mano en su cabeza todo el tiempo. ¿Puede uno arruinar un cuello de forma permanente? ¿Es algo que pasa? Además, hay demasiados puntos blandos en esa pequeña cabecita. No veo la hora de que las placas de la cabeza se unan y el cuello se le ponga rígido, porque esto es demasiada presión.

5. Un bebé húmedo

Apenas recuerdo cómo bañarme yo, ya no digamos tener idea de cómo bañar a un bebé. Hay que recordar demasiadas cosas… como el chupete que podría estar debajo del sofá y el único juguete que le gusta y que se quedó en alguna parte, en el asiento trasero del automóvil. Y ya no hablemos del cuerpecito mojado y resbaloso del bebé: se necesitan cuatro manos para poder mantenerlo en posición vertical. ¡No puedo bañar a un bebé yo sola! ¿Será que estoy defectuosa? Encima de todo, pásame las toallitas Huggies Natural Care porque se acaba de hacer pipí y definitivamente NO la vamos a bañar otra vez.

6. La regurgitación y la ciudad

Hay una razón por la que existen los trapos para los eructos, pero ¿en qué punto exactamente pasamos de un poco de regurgitación a una verdadera vomitada? Me parece que es algo que yo debería saber, pero mi bebé está en el límite todo el tiempo y realmente no lo sé. Además, en los pliegues del cuello por lo general tiene un poco de queso cottage fermentándose, pero juro que voy mejorando en eso de limpiar las regurgitaciones antes de que lleguen a ese punto.

7. Los gérmenes de otras personas

“¡DEJA DE TOCAR LA CARA DE MI BEBÉ!” En mi mente, le grité eso al tío Carl, pero en la realidad, sonrío mientras cada fibra de mi ser se contrae al ver sus manazas sin lavar que acarician la mejilla de mi bebé. Tengo que salir de aquí. Pero no hay escapatoria. Janine, la amiga del trabajo de mi mamá, está en la otra habitación y está tosiendo un pulmón. ¡TENGO QUE SALIR DE AQUÍ!

8. El fracaso del tiempo boca abajo

Siempre recuerdo ponerla boca abajo en el peor momento. Ver el apartado n.º 6 sobre las vomitadas. Este bebé se la pasa dándose de narices contra el suelo, llorando y no le gusta nada que tenga que ver con estar boca abajo en ningún momento. ¿Se le ve la cabeza más plana que ayer? ¿Se quedó demasiado tiempo sobre su espalda en el moisés? ¿Por qué parece una ballena varada, llorosa y mojada y no un alegre querubín bien cocido por los dos lados, feliz de que la coloquen de un lado y del otro?

9. Google

Me dije a mí misma que no iba a buscar síntomas extraños, pero, ¡oh, tragedia, lo hice! Busqué síntomas extraños y ahora no puedo olvidarme de ellos. Literalmente, hay una imagen de todo lo que podría salir mal en la vida con un bebé. Es posible que tenga que cortar la conexión de wifi por los próximos seis a diez años si quiero volver a dormir alguna vez.

10. Ser lo suficientemente buena

Este asunto de ser mamá es difícil. No tenía idea de lo difícil que era en realidad. ¿Alguna vez comenzaré a sentirme menos como un zombi con escurrimientos y más como las mamás que salen en la televisión (bueno, no como las del cable)? ¿Cuándo vamos a llegar a la etapa de los arrullos y las risas y dejar atrás la etapa de los pedos y los resoplidos extraños en mitad de la noche? Además, creo que voy a buscar en Google pedos y resoplidos, porque ese último no me sonó muy normal. Ver el n.º 9. La buena noticia es que me sobrepuse a cada uno de estos miedos y ¡logré llegar a la etapa de los arrullos! Y se lo juro, es lo mejor que haya existido. El gato todavía sigue intentando hacer que me tropiece, pero no pido milagros. De alguna manera, descubrí cómo confiar en mi intuición por encima de mis miedos y, de algún modo, funciona.

Todavía sigo buscando cosas en Google, pero ¿quién no? ¿Verdad? ¿Lisa? ¿Alguien?

Este artículo fue patrocinado por Huggies®, porque creemos que la primera vez que abrazas a tu bebé, el resto del mundo lentamente desaparece y tu vida cambia para siempre. En Huggies®, nos inspira el vínculo de amor que existe entre tu bebé y tú, nunca dejaremos de encontrar formas de abrazar más como lo hace una madre. #HuggOn


Por el equipo de Scary Mommy
24 de mayo del 2019, actualizado el 22 de julio del 2020